viernes, 29 de mayo de 2009

Corta Oda al Deseo

Es un secreto. Una oración. Un pecado irresistible. El deseo vive en las miradas, en los cuerpos. Dulces palabras humedeciendo el oído. Y se esparce como una epidemia interna. Nos devora y hace de nosotros una máquina sin voluntad. Tiene el color de la lascivia divina y el sabor salado de la lujuria. Un néctar capaz de saciar la sed del más moribundo. Pero al mismo tiempo veneno delicioso que no nos importa beber si ha de llevarnos al clímax. Y así nos hundimos en su abismo de emociones y tacto. Succionados por los labios de seda propiedad de una diosa cuyos ojos nos taladran, para hurtar el alma y agregarla a su colección.

¿Y qué importa al final? ¿Cuánto tiempo dura? ¿Acaso no es una bendición inmerecida? ¿Por qué arrepentirse entonces?

Llegará el día en que tal maravilla nos abandone. Permitan pues que se adueñe de nuestras mentes. Como un niño travieso, dejémosle recorrer los secretos de nuestro corazón y develarlos en forma de insultos a la cordura, a los conservadores.

Un deseo llevado al acto... Suficiente para detener al mundo

5 comentarios:

D dijo...

queee boniitooo


miraloooo

no solo escribee guarradas! ahaahahahaha

ntc, disculpas por no haber pasado por aqui ni habia tenido tiempo de nada, muchos besos, buena vibra

Ishtar dijo...

escribe maaaaaaaaaas...carajooooooooo...

Anónimo dijo...

si como que ya te atascaste

DIANA-CHAN dijo...

pero que fue eso "dulces palabras humedeciendo el oido"

genial

D dijo...

Tienes un premio en mi blog, ay lo checas besooos