Hace unas semanas pasé la noche en casa de mi hermano Gera. El motivo era una supuesta serenata para la novia de un amigo suyo. Todo pasó, no nos habló temprano, nos pusimos a practicar viejísimas canciones de nuestros años mozos (cuando las serenatas eran lo mejor de nuestros fines de semana), nos pusimos ebrios y nunca hubo tal serenata. Pero nos sirvió para pensar en lo buena que era la vida cuando nuestra mayor preocupación era comprar cuerdas y apartar dinero para las chelas del sábado. Y pues entre cancioneros, guitarras y whisky acordamos junto con el meño (un cuate) que ya es hora de salir del retiro. En lo personal ya llevo medio año sin banda. Mi carnal alrededor de 2 años y el meño pues un poco menos que yo.
Pero no se trata sólo de eso. Regresar implica chingarle bien bonito para que salga algo que valga la pena. No me gustaría ensayar las mismas rolas que todo mundo toca para clavarme en un barecillo rascuache a ganar cien varos por tocada. Para eso mejor me quedo en mi casa. Hay muchos planes en mente. No sé si los que van a ser mis compañeros tengan la misma mentalidad pero al menos tendremos tiempo para definir eso. En el caso de mi hermano sé que la tiene difícil por sus niñas y meño pues necesita lo que podamos ganar para la suya, que también tiene una. He ahí la cuestión.
De la música no se vive. Y por lo menos ellos tienen trabajo pero en ambos casos les demanda casi todo su tiempo. Obviamente la familia, aunque bonita, te limita. En la tarde de hoy platicaba con mi amiga Dámaris y caí en la cuenta que no tengo por qué estar descansando pudiendo hacer lo que me gusta y sin la responsabilidad de un hijo. Afortunadamente (en mi muy personal opinión) no tengo la necesidad de ser padre. Yo también tengo trabajo pero no pienso conformarme con eso. Tampoco con seguir la tendencia del rockstarismo porque francamente ya no me queda, al menos no ahora con tanto fantoche regado por ahí que piensa que por poner cara de orgasmeado mientras toca una rolilla choteada de dos tonos ya es todo un showman. Ni madres, a tocar lo que se debe y como se debe.
Las cosas me están saliendo mejor que hace unos meses. Eso me anima como pocas cosas pueden hacerlo. Y la preocupación por la edad va desapareciendo más rápidamente que nunca. Creo que por primera vez, me siento completamente optimista en lo musical y eso ya es un avance muy grande. Si todo va bien, sería la segunda vez en mucho (mucho) tiempo que mi carnal y yo seamos nuevamente parte de la misma banda. Y también él le tiene que chingar porque aunque no ha dejado de agarrar la guitarra de vez en cuando, no es lo mismo que ensayar de lleno.
Y ese es mi objetivo por ahora: volver a dar de qué hablar entre las bandas queretanas y entre las fans (es en serio, varias de mis amigas empezaron siendo fans de Lupanar). Que todos estén pendientes. Ai les voy!!
1 comentario:
OMG!!!! que chido... la vdd es que a veces se necesita un momento así y todo comienza a darse de nueva cuenta... y ya sabes vamos con todo pa´ que salga coquetooo!!! XD jijijiji... nos estamos leyendo cuidateee bye bye
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