Debo admitirlo. Me gusta el miedo. Pero no el miedo que da el abonero de las colchas, o el que sientes cuando entras al consultorio del doc que ya está debatiendo consigo mismo acerca de cuál de las dos nalgas te va a picar.
No señores. Hablo del miedo, ¿Qué digo miedo? ¡¡Terror!! que te producen ciertos jueguitos de video...
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...Ok, eso sonó muy friki y patético, lo admito. Pero también deben admitir que las películas de terror, los juegos mecánicos de terror, los cuentos de terror y hasta los muñequitos de terror existen por la misma razón que los juegos de video de terror: El miedo que nos gusta experimentar.
De alguna manera a la gente que nos gusta aplastarnos varias horas con un control ergonómicamente diseñado entre las manos y pelar los ojos ante un conjunto de gráficos que simulan ser personitas y mounstritos (a menos que se tengan los recursos para una macropantalla lcd) se nos ha catalogado como fenómenos de la sociedad, el eslabón más débil de la cadena alimenticia, niños traumados que nunca desarrollaron la parte del cerebro que nos ayuda a aventurarnos fuera de casa y buscar aparearnos o interactuar con el resto de los individuos de otras especies. En una palabra: Freaks.
Si bien es cierto que algunos cumplen al pie de la letra estas características, no es del todo cierto que el ser adicto a los videojuegos te seca el cerebro o te vuelve patético o impotente. Para eso están los adictos a las drogas, y miren que incluso hay más gente que ayuda y comprende a esas lacras que a nostros que no acostumbramos meternos caspa por la nariz. Estoy seguro que alguno de los pocos lectores a este blog, y con esto me dirijo a ustedes tres (no estoy copiando la frase del estimado Autor cuando habla de sus tres lectores. Este blog realmente tiene sólo tres lectores!! bueno, lectoras) ha disfrutado de algún otro medio para experimentar las arañitas en la espalda o el sobresalto repentino mediante una película, una vuelta en "el desmadrador" de la feria o un cuentito macabro a la hora de dormir. De igual manera, a los de mi especie nos gusta sentarnos frente a la consola y pasar horas (preferentemente en la noche) recorriendo las calles de un pueblecito llamado Silent Hill.
Contrario a lo que muchos creen, no es sólo una película que salió hace un año. Se trata de la franquicia del mejor videojuego de terror jamás creado y que vió la luz allá por 1999 en el viejo playstation one de sony. Aún con sus gráficas pixeladas y su endemoniado modo de juego tan difícil de controlar, se volvió un juego de culto al grado de que hoy en día es prácticamente imposible conseguir una copia original a menos de que un nerd tarado, gordo e irónicamente muerto de hambre (es decir, muuuuuy necesitado de dinero) te lo venda por varios cientos de pesos.
La historia desde el principio me atrapó y rápidamente guardé mis copias de Resident Evil (otro juego de culto del que un día de estos hablaré) y me puse a jugar... símplemente a jugar Silent Hill. Y por supuesto a asustarme. Si alguien quiere conocer un poco la historia puede leer esta laaaarga reseña, aunque si tiene planeado adquirir el juego (pirata, por obvias razones) sería mejor no darle clic al vínculo.
Muchos podrían pensar "qué chafa, un juego que te asusta no es tan original" o "me aburren los jueguitos de monstruos" o la rebelde que dice algo como "No mames wey!! Si quisiera espantarme, mejor voy y me tiro a mi wey sin condón"... Y tienen razón. El miedo no lo es todo. Tampoco es todo lo que este jueguito puede ofrecer.
Un punto bastante fuerte e incomparable es su historia. Su modo de entrelazar los hechos que estás viviendo y las cosas que vas descubriendo conforme avanzas te hace querer más y más... Y más. Y tal vez debido a esto, el juego te da algo más:
Los acertijos...
Si eres de los que gustan de juegos como marios bros, zelda, need for speed, o juegos de guerra, entonces este juego definitivamente NO es para tí.
Los acertijos (o puzzles) que tienes que resolver en Silent Hill son todo un reto al intelecto. No es como en Resident Evil 4 que tienes que armar un rompecabezas de 9 piezas (jajaja no mames shinji mikami pendejo), son retos mentales que han provocado que más de un jugador, exasperado saque el disco de la consola, lo arroje lejos y maldiga el momento en que le recomendaron SH... Para que después busquen dónde lo tiraron para intentarlo de nuevo. No es exageración cuando digo que muchos se han pasado días, semanas o quizás hasta meses tratando de resolver el acertijo del piano o el de los signos zodiacales. Y tampoco exagero cuando digo que quienes los hemos podido resolver estamos firmando un contrato de por vida entre el juego y nosotros para volvernos seguidores de la saga y defensores a capa y espada.
Silent Hill es un juegazo, así de simple. Podría haber puesto sólo esas 5 palabras en lugar de todo este choro y aún así, los conocedores me entenderían. Pero ¿No es cierto que cuando encuentras algo demasiado bueno para guardarlo, lo que te nace hacer es compartirlo? Así de grande es mi afición por este juego que, a la fecha ya ha sacado 3 secuelas oficiales, además de una versión para psp (SH Origins) una para celular (SH The Orphan), una para arcade y una versión rara que sólo salió en japón para gameboy (SH Playnovel). Y quizás este año veamos la 5ta parte oficial aunque sólo para Playstation 3.
Cabe mencionar que sólo la primera parte salió para psone. Silent Hill 2, 3 y 4 salieron para playstation 2 y aunque significó un gasto adicional, supo compensar con creces la inversión. La historia de todos los títulos sigue siendo intrigante y atractiva y es probable que considere comprar la nueva consola de sony para jugar la quinta parte... ¿Alguien se interesa por comprar un riñón con poco uso?
Por lo pronto yo voy a seguir siendo fan de dicha saga aunque digan que a mi edad ya no me queda andar con esas pendejadas. Créanme, hay gente aún más vieja que hace pendejadas peores y tienen puestos en gobierno o de jodido son figuras públicas "importantes" y nadie les dice ni les diría nada aún cuando le compraran el SH1 por varios cientos de pesos al gordito.
Y ahora, si alguien distinto de mis tres reales y únicas lectoras me dice en un comentario que soy un pendejo patético sin vida social que se la pasa masturbándose mientras juega videojuegos, déjeme decirle que tal vez sea cierto pero que en definitiva ME VALE MADRES porque mientras está leyendo la mentada de madre que sutilmente le estoy recentando en este preciso momento, yo estoy haciendo algo más interesante que leer el post de alguien a quien no conozco y que por lo tanto no soy tan patético como él... o ella que se chutó el post completo. Y por si necesitan saberlo, sí tengo vida social. Toco rock y metal, me pongo ebrio los viernes y sábados, me la curo el domingo, tengo varios amigos reales y (cosa que no cualquiera puede presumir) aún más amigas y cuando tengo algo de tiempo y el trabajo me lo permite, me dedico a insultar pendejos subliminalmente mediante estos posts y de paso les aconsejo leer algo más productivo.
Mis queridas tres lectoras, eso es todo por hoy.
Me largo
2 comentarios:
Faka!! io juego Zelda i que?!
xD pinche Silent Hill me la pela...
Silent Hill es una obra de arte. No es un simple videojuego, bucea dentro de poderosas emociones, o si no jueguen al Silent Hill 2.
El que menos me gustó fue el 4, no me dio ningún miedo, como me lo dio el 1 uqe me pasé varias noches sin dormir hasta que cogí valor y pude terminarlo; me pareció bastante raro y le faltaba la fuerza de los otros. Pero bueno, que de 5 uno me guste menos...Akira Yamaoka es simplemente un genio, para mí es el que remata el juego con esos sonidos que dan más miedo que el mismo SAMAEL..
¿Qué más puedo decir?
Ah, si, Heather es que es una chica que me cae fenomenal. Me encanta su sentido del humor.
Un saludo
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