jueves, 3 de julio de 2008

"Yo por él"

Calma, no me he cambiado de bando. Es sólo que hace rato venía en el vehículo motorizado multiusuarios (léase camión de pasajeros) y el chofer traía en su estéreo-marca-tisonic ese "éxito" de antaño que interpretara Irán Castillo. Como estaba hablando por celular, no podía poner la música así que me tuve qué aventar casi toda la letra y me recordó una penosa situación que se ha venido recrudeciendo con el tiempo.

Hoy quiero hablar de mis amigos. Los incomprendidos rockeros y metaleros que han sucumbido a las tentaciones de la carne, dejando de lado lo que en un principio más adoraban: La Música.

La mayoría de mis amigos y conocidos, al igual que yo, aman la música. Pero no me refiero al sonsonete que escuchan en los camiones o en la camioneta de frutas y verduras. Hablo de la música MÚSICA. La que se puede disfrutar. Vamos, la mayoría de mis amigos y conocidos sabemos tocar al menos un instrumento musical, ya sea guitarra, bajo, batería, teclado, acordeón, mandolina, contrabajo y si vieran qué bonito se oye cuando nos juntamos.

Ok, cuando hay una banda de weyes greñudos, borrachos, desmadrosos tocando rock siempre o casi siempre llegan chavitas a las que les gustan las bandas de weyes greñudos, borrachos, desmadrosos que tocan rock. La infalible ley de la atracción musical.

Con frecuencia determinadas chavitas denominadas grupies (o groupies) llegan a "algo" con determinados miembros de la banda. Y es ahí precisamente donde suelen salir mal las cosas.

¿Por qué? Veamos. Cuando una niña nos conoce en este ámbito siente una inexplicable atracción. Creo yo, supongo, les da cierto estatus decir "mi novio es el bataco de tal banda" "ayer tuve un faje con el guitarro de tal", las más rebeldes dicen algo como "no mames wey!! conocí al vocal de la maldita profecía"... Y cosas por el estilo. Pero ¡Ah! ay de aquél pobre iluso que se clave (sentimentalmente) con una de esas grupies (o groupies), porque desde ese momento ella pasa del nivel grupie al nivel novia, lo cual, dentro de los estatutos de la cadena alimenticia, significa que ya está un peldaño más arriba... O eslabón, ya que las cadenas no tienen peldaños. En fin, normalmente en el ámbito del rock no hay mucha diferencia entre grupie y novia, pero el pend... perdón, el enamorado la considera como algo más: Una novia. Y como tal, ella está dispuesta a marcar su territorio y exigir tributo cual deidad chichimeca mientras él se pone en el más bajo nivel de la mencionada cadena para agradar a los ojos de su Afrodita de barrio. Y créanme, no hay lazo más poderoso que el sexo para enamorar a un greñudo borracho desmadroso que toca rock. Si sólo se enamoró de ella por su manera de ser y sus sentimientos y su atuendo, entonces no es rockero... Es emo.

Seamos honestos. Son contadas, muy contadas las ocasiones en que la cara y el cuerpo de una chava no influyen para atraer nuestra atención. Pero siempre que eso pasa, independientemente de la razón de nuestro deseo, empezamos a limitar la producción de testosterona para generar estrógenos, lo cual es fatal para un rockero que se respete a sí mismo.

Total, que tampoco necesitas ser Axl Rose o Bono para alborotar las hormonas de las féminas. Así como tampoco se necesita mucho para engancharnos. Lo curioso es que, por muy machistas, patanes y valemadristas que seamos, siempre sucumbimos ante una buena figura, una cara bonita y un halago tipo "ay qué padre tocas" "ay dedícame una canción, es que cantas bien bonito" o la rebelde que dice "no mames wey!! se oyen pocamadre" ... Aunque no sea cierto. Verán, las féminas por instinto eligen al macho dominante o en su defecto al que le proporcione un lugar por encima del resto de las suripantas, es decir... ¡Sí! Adivinaron: Estatus.

Todavía a estas alturas, todo va bien. El problema empieza cuando la nueva novia empieza a creerse lo de la diosa chichimeca y te pide sacrificios humanos. Sí, sacrificios sobre tu humilde humanidad.



Es hasta cierto punto intrigante la manera en que una mujer puede controlar el cuerpo de un hombre por medio de una pequeña parte del mismo (claro, tampoco se adornen). Frases como "tengo sueño, llévame a mi casa" "Amor, quedé de ir con mi tía Juanita precisamente el día y la hora de tu tocada, acompáñame" o la rebelde que dice "No mames amor, esta pinche tocada está del nabo, mejor vamos al antro", con la consigna de que si uno no obedece, no hay acción carnal en la noche.



¿Captan las contradicciones? Éstas señoritas conocieron al amor de su vida haciendo lo que más le gusta al pobre wey: Tocar. Y apenas se adueñan de sus vidas, les exigen que se alejen de lo que más le gusta al pobre wey: Tocar. Con todo respeto señoritas:



¡¡NO MAMEN!!



El 99% de los hombres que tocan en una banda lo hacen por las grupies o por amor a la música, amor verdadero, no las calenturas que lo llevaron a terminar enredado con una grupie (o groupie). Así que ¿Qué les hace pensar que uno va a dejar la música por ustedes? Es decir, no es que uno ande en una banda con la esperanza de que llege su princesa a rescatarlo de las garras de la música. Nunca escucharán a una niña decir "Estoy orgullosa de ser la razón por la que mi novio haya dejado la música. Ahora debe mantenerme a mí y a los 4 hijos que le voy a dar de sorpresa ^ ^" o "Nunca había visto tan feliz a mi novio desde que lo saqué de su banda" o la rebelde que dice "No mames wey, el pobre pendejo está muy agradecido conmigo por haberlo convencido a huevo de dejar la música"... ¡¡¡No, No y No!!!

No me he inventado toda esta letanía. Conozco por lo menos 3 casos distintos de hombres arrancados de la música por la fuerza... O por amor, o por sexo... Como sea, les quitaron algo que llenaba sus vidas por completo y eso la neta no se vale señoritas (nótese que el término señoritas es relativo). ¿Por qué creen que hay rockstars que pueden durar 30 años en una banda pero 6 meses en un matrimonio?

Sería mejor que todas aquellas mujeres que ansíen llegar a "algo" con un músico estén concientes de que el 99.9% de ellos NO van a dejar la música por el hecho de andar con ellas. Si creen que es así, entonces prepárense para una relación tormentosa y llena de decepciones... Mutuas.

De lo anterior podemos deducir que:

1.- Las grupies (o groupies) siempre serán grupies (o groupies) y las novias siempre serán novias. La trancisión de un estado al otro siempre traerá consecuencias difíciles de asimilar.

2.- Irán Castillo nunca tuvo talento para cantar y si alguna vez lo tuvo, lo echó a perder por andar interpretando falacias pendejas

3.- Nadie deja todo por alguien más. Siempre se debe dejar algo reservado por si algo sale mal.

4.- Si un hombre deja la música por una mujer y este fracasa, siempre puede regresar a la música.

5.- Si un hombre deja a una mujer por la música y este fracasa, ya se lo cargó la chingada.

6.- La única manera de fracasar en la música es dándose por vencido. Así que échenle ganas muchachos.

7.- Si una mujer puede aplicar el punto número 4 a la inversa, entonces es la mujer de mi vida.

8.- Este es un punto extra para no terminar en un número impar.

Me largo.

PD: La Maldita Profecía es una banda queretana de heavy metal de la vieja escuela con bastante prestigio entre la comunidad malandra y metalera. Y "no mamen weyes!!! conozco al vocalista y al resto de la banda!!!"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hizo mucho reir tus disertaciones... pero me gustaria aclarar sobre todo un punto...

Axl Rose y Bono ya no alborotan a nadie... :D

Pelo dijo...

¡Ya abristee tuuuuuuuu blooooooooooog!

Chiloh también debería abrir el suyo, la leería diario jeje.

Oido a Bono.

¡Y larga vida al blog!


...¿Por qué hay un mensaje de advertencia antes de entrar?

¡Besos!