Para empezar... Qué difícil tarea es comenzar algo cuando no se tiene ni idea de cómo hacerlo. Es decir, sí, odio a los bloggers. Porque dependo en muchas cosas de ellos para hacer más amena mi navegación en la red. Hay que admitirlo, son un mal necesario. Pero quiero pensar que más que a los bloggers, odio al blogspot, al blogdrive, la bloggósfera y no sé que tantas madres (¿ven? para empezar, esta clase de páginas se multiplican exponencialmente), es como una ciberglobalización en la que la palabra "blog" y todas sus terminaciones similares (fotolog, metroflog) es obligatoria para referirse a una x persona que quiere ser el centro de la atención de los miles de cibernautas aunque sea por un momento mediante la palabra escrita o sus fotos... O ambos. Supongo que es nuestra naturaleza. De lo contrario, yo no estaría ahora convertido en algo que odio y de hecho no tendría motivos para estar resentido.
Ah, porque si de resentimiento se trata, el internet es un medio actualmente muy común para sentirse así. Uno puede enojarse con la gente vía internet. Que si no le respondieron la cadenita del número del amor, que si no le firmaron el fotolog, que si no le mandaron una postal (virtual, por supuesto) el día de su cumpleaños, que si no le han comentado nada en el jaifaiv (hi5). En fin, a veces creo que lo mejor es adaptarse y no quejarse (tanto), esa podría ser mi excusa cuando alguien me critique por ser lo que estoy criticando.
Ya para terminar esta entrada aburrida, no espero grandes halagos ni me interesa quedar bien con nadie o si decepciono a alguien (con excepción de mis, actualmente, tres únicas lectoras. Ya saben de quién hablo).
Me largo
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